XIV

Historia sin título (fragmento inacabado)

I

Me es difícil decirte porqué estoy muerto, todavía no he examinado mi cadáver, aunque noto aquí en el centro, justo entre mis costillas, dos pequeños agujeros, y por momentos breves puedo abrir los ojos y ver el rojo lago que se extiende por mi camisa haciéndole un nuevo estampado reseco , que, francamente, no me gusta .
Por ahora , perdóname, no puedo darte mas explicaciones, mi percepción se nubla, pero gracias a ti se que esta neblina de espectro se irá retirando levemente.
Cuando eso ocurra y esta intangible goma de borrar se retire sabes que te mantendré informada, -necesitas saber tanto-, pero también entenderás que me tome estas cosas con calma, ahora sé que es mas fácil morir que acostumbrase a ello.
No te esperaba tan curiosa, tan interrogante, tan elocuente, ... como iba a esperar que tú ,mi muerte, me pidieras tantas explicaciones.

II

Parece, o perece,-aún tengo ganas de un poco de humor negro-,que ahora puedo discernir algo mejor, es confuso todo esto, ya sabes, me refiero a estar muerto y que el tacto de tu mano helada me haya ayudado a incorporarme, aunque quizás me la pusiste para ver,- comprendo tu miedo-, si todavía estaba vivo. Supongo que tú también debes tener miedo a esa soledad de sentirme vivo.
Pero, déjame que te pregunte, ¿La muerte es nuestra última posesión? es decir, ¿eres mía?, sé que no estas aquí para responder preguntas de pobre vital, pero te veo tan feliz con esa extraña cara de comadrona asistiendo a un parto.
No te preocupes, examinaré las causas de mi muerte, tengo tanta curiosidad como tú , pero por ahora déjame desperezarme, tengo la garganta reseca con un ligero sabor a hierro que me impide hablar y preguntarte donde se puede tomar un café en este borroso lugar, que supongo a partir de ahora será la tierra .

III

Eh, mira, mira tú, mi muerte, dime si esto que veo borroso es un casquillo, ...déjalo, ya lo toco y es demasiado blando, no tiene brillo, debe ser una colilla de mi ultimo cigarro que todavía tiene tabaco, ¿no tendrás fuego?, querría tanto fumar así, tumbado, ya sin tenerte miedo, que gozo de humo sería , pero supongo que ahora no tengo aliento y mis pulmones solo sirven para piezas de una autopsia, rompecabezas de un posible crimen. Que difícil resulta a veces tener las cosas cuando se quieren y quererlas cuando se tienen. Por ahora la falta de café y tabaco hacen mal acabar para toda una muerte juntos. No , no te extrañe que hable así, ahora que no sé si lo que empieza acaba, o es al acabar cuando empieza. Vale, no te enfades, joder, estoy muerto y el hombre solo es capaz de acostumbrarse a las rutinas, si hubiera muerto ya mas veces......, no te preocupes ya me centro, dos heridas y sangre, un charco en el pulmón derecho,...... pero espera un segundo, seguro que no te gustaría imaginarte cualquiera de las mil cosas que pudieron pasar y que me llevaron a conocerte, nos resultará mas entretenido imaginar la probabilidad de mil sucesos que la certidumbre de un hecho, te puedo tener aquí mil y una noches escuchando mil cuentos. Muerte mía, responde :¿tenemos tiempo aquí donde no importan ya los relojes?.Ahora se que me quieres por que veo en tus ojos que, como buena amante, lo que haga con mi vida y cual sea mi futuro ni siquiera te importa. A mi ya tampoco.

IV

¿No tendrás tanta prisa? ni siquiera hay que hacer comida y el dormir, aquí, lo advierto innecesario. Espero que lo que ahora voy a decirte no te sonroje, y no me tomes por un loco pervertido, o un irreverente inoportuno, pero ahora sé porqué, aunque los hombres no mueran de pie, siempre se quedan erectos, viéndote así tan cerca, difuminada en tus curvas, Príapo comete excesos. Además esto es como un continuo amanecer. ¿Que tendrá el sexo que aun en las peores circunstancias sigue tirando de este carro genético?. De acuerdo que, cuando todavía quedan resquicios de reproducción o crianza, es normal que siga arrastrando la existencia por desagradable que sea, pero en estos momentos parece una de esas bromas macabras que, de tanto oírlas, con el paso del tiempo, se transforman en chistes jocosos hechos para eludir el miedo que en vida te tenemos. Debe ser necesario estipular que la muerte tenga oscura cara y horrenda calavera, imagínate si supieran que ni cielo ni infierno, solo tú, para cada uno distinta, les espera. Demasiado interrogante, curiosa y silenciosa para mi disgusto, he de decir. Tal vez los que mueran ya con arrugada textura, y no de mal quitada juventud, se encontraran con una que ya nada pregunta .

Rezgo Reis

Pasar hoja--->

Cap.ICap.II Cap.III Cap.IV